Ante el constante e indignante abuso energético que sufre este planeta por parte de todos los que lo habitamos, se organizó una vez más "La hora del planeta" como se ha hecho desde el 2007 alrededor del mundo, el "meme" (aunque no sé si sea correcto el término en este caso) que gozó de gran aceptación, consistía en una invitación a apagar la luz por una hora (de 8:30 a 9:30 pm) para darle un respiro al planeta.
En la Ciudad de México la ceremonia de apagado de luces sería encabezada en la Victoria Alada por el jefe de gobierno Marcelo Ebrard, la oscuridad reinaría en 365 sitios entre monumentos, lugares arqueológicos, etc.
En otro punto de la ciudad (Bellas Artes para ser exactos), un grupo de personas se encontraba reunida a la hora indicada para presenciar el apagón mientras una conductora evidentemente inexperta contaba la historia de ese movimiento desde las instalaciones de un café en el edificio de enfrente;las luces se apagaron, un pequeño grupo tocaba tambores mientras en una pantalla se transmitía uno de esos patéticos videos que suelen usarse en estos casos.En el mismo café, el secretario de medio ambiente habló sobre la importancia del ahorro de energía y la búsqueda de fuentes energéticas renovables y amigables con la naturaleza, un discurso bastante bueno pero nada novedoso y que no servirá de nada si no se traduce en acciones no solo por parte de los gobiernos sino también de los ciudadanos.
Al paso de una hora las luces se encendieron, todas excepto las de los comerciantes ambulantes de la Alameda Central a los que les valió madre el planeta y nunca las apagaron, alrededor del mundo, la iluminación se extinguió en varios de los lugares y monumentos más importantes del mundo y fué así como la humanidad intentó sin mucho éxito que digamos, darle un respiro al planeta.