Algunos de ellos todavía no tienen peluche en el tablero y ya pueden presumirse campeones del mundo, la selección Sub 17 consiguió nuevamente aquel título que años atrás parecía imposible pero que hoy es una realidad para México por segunda ocasión, el campeonato del mundo.
Y como esto no es algo que ocurra todos los dias, los jugadores salieron a festejar con la afición en un recorrido por turibus que acabaría ni más ni menos que en "los pinos", la residencia presidencial, como es tradición, todo mundo se lanzó a la victoria alada nacamente conocida como el angel de la independencia a celebrar y esperar a que estos niños agobiados por tantas emociones pasaran por ahí.
Banderas, playeras de la selección y vendas aludiendo a "la momia" Gómez inundaban Paseo de la reforma, los jugadores saludaban al público mientras avanzaban o avanzabamos pues yo iba en el autobus delante de ellos, finalmente se detienen por unos minutos y firman toda clase de objetos, tenis, cuadernos, balones, playeras e incluso hubo quien les arrojó un sostén.
México demostró que se puede pero no creo que obtengamos una copa del mundo con la selección mayor hasta que se cambie la forma en que el futbol nacional funciona, sueldos ridículamente altos para jugadores, sanciones estúpidas por comportamientos fuera de la cancha en donde la federación no tendría por qué meterse, ¿quieren resultados?, qué gane más el que de mejores resultados, si el equipo gana le pagan chido, si no, paguenles una miseria, veremos si no se arman de huevos y juegan como se debe, eso o dejan de jugar, cosa que no me importaría mucho ya que el dinero que se destina al futbol bien puede usarse en cosas de mayor beneficio social pero no es momento de discutir sobre futbol, hoy sólo quiero agradecer y felicitar a la selección sub 17, chavos, felizmente los invitaría a embriagarse y celebrar pero ustedes todavía no pueden entrar a un bar...se chingan.