Tras el corte de listón se ofreció champaña y bocadillos a los asistentes entre los que figuraban amigos y familiares. El lugar es por demás agradable y de una atmósfera sobria y elegante, propio de la zona, el corazón de San Angel.
No pasará mucho tiempo antes de que Fratellino se vuelva un referente de la zona pues según dicen buscan cuidar el sabor italiano tradicional y hacer toda una experiencia de la visita del comensal que podrá por ejemplo disfrutar un buen vino, degustar un huachinango en costra de pistache recomendado por Mariana Ochoa o bien simplemente visitar su terraza con vista a la plaza San Jacinto y charlar gratamente.
Fotos cortesía de: Raúl Ortiz